Sant Llorenç Savall (Marzo 2010)

La gran nevada sobre Barcelona quiso regalarnos una etapa como esta. Lo que en condiciones sería bonito, se vistió de blanco para nosotros para ser un paisaje increible.

La idea inicial era llegar a la Mola desde Sant Llorenç Savall por el GR 5.

La etapa se inició con el Rally de Suecia: desde Sabadell, 10 km de carretera helada para un conductor inexperto como David. Al llegar, besamos el suelo y fuimos a por el desayuno al bar de Sant Llorenç Savall.
El pueblo en sí, no tenía nada del otro mundo, pero nevado daba el pego:
El rio Ripoll afluente del Besos... quién lo diría



Los tejados del pueblo

Para empezar había un caminito de unos 4-5 kms's en plan toboganes de sube y baja, pero en algunas zonas estaba todo muy nevado:



El yeti


Al fondo el Montcau que parecía el monte Cervino.


Una pista que descendía entre el bosque nevado


La Mola vista entre la niebla.


El camino al fundirse la nieve quedaba lleno de barro, lo que le daba un sonido peculiar.
Después de esto, el camino entraba entre montañas y bosques, con los árboles llenos de nieve. El viento, hacía que fuera cayendo de golpe contra el suelo. En algunas zonas, tuvimos que pasar con la mochila en la cabeza, visto el riesgo de recibir una lluvia helada.
Luego empezaba subir por el cauce de un riachuelo, y al llegar a una fuente, el camino se encaramaba de manera abrupta. Lo gracioso del tema es que el camino, sobre las rocas estaba helado, lo que hacía era provocar que pudieramos matarnos en la bajada posterior. Dani optó por quedarse contemplando el agua y el paisaje.
David siguio subiendo, hasta que se encontró a un grupo que bajaba. El grupo en cuestión dijo que si iba así calzado se mataría al llegar a la cornisa superior, ya que había más de medio metro de nieve helada, y hacía falta llevar crampones. David subió unos metros más para echar la foto siguiente:

Paisaje cerca de las cumbres heladas.
Al bajar, David se dedicó a ilustrar la situación:


Camino helado que hubo que vadear porque por ahí podías matarte.


Terrazas nevadas en la bajada final.

El Papiol - Barcelona (Marzo 2010) una odisea en un estercolero

Para cumplimentar esta etapa empezamos cogiendo el cercanías Renfe en Sant Andreu Arenal. Por una vez Renfe cumplió. Nos bajamos en El Papiol, una estación abandonada al lado del puticlub Infierno, dónde para llegar al pueblo hace falta caminar 15-20 minutos por una rampa dónde deben haber muerto de colapso muchos ancianos.

Como el camino no estaba excesivamente bien marcado nos perdimos y dimos algo de vuelta (además nos costó bastante encontrar un bar para desayunar). Eso sí, el camino prometía, bosques, vistas al fondo de Collserola, y bastantes ciclistas.

No obstante, al llegar a Collserola Park, el desastre. Vimos que en el mapa que todo estaba urbanizado hasta llegar casi a Vallvidrera, de hecho, se unían Valldoreix, La Floresta y Les Planes. Esto no hubiera sido problema, aparte de lo horrible del paisaje, si no hubiera perros detrás de esas precarias vallas de estas chabolas. Algunas eran eso, chabolas, otras casas tercermundistas, y otras casas que en su momento debieron estar bien, pero que se caen de viejas.

Para muestra un botón:

Una demostración de que el abuso inmobiliario, también se inventó en Catalunya.

Bueno, dos de esos "perritos", uno era un cruce de Rottweiller, que estaban en una terraza de un primer piso (3m del suelo), sacaba la cabeza y medio cuerpo fuera de su casa. Se suponía que debíamos pasar por delante. Suerte que saliendo de una casa con una bandera budista enorme salió una señora con una sudadera morada (como las del convento budista de Plana Novella), se apiadó de David cuando este le pidió subir al coche para hacer 100 metros. Dani, cual gladiador ante su destino, se negó a rendirse y pasó a pie.

Después de esta "anecdotilla" y viendo que íbamos a hacer la etapa por acera, decidimos saltarnos esta parte cogiendo los Ferrocarrils de la Generalitat.

Llegando a la estación vimos 2 perlas urbanísticas:

¿eso es una escuela? ¿el que lo hizo está en la carcel?


Una casa con torreón de vigilancia carcelaria... Precioso.

Nos volvimos a bajar en Sta Mª de Vallvidrera, y fuimos hasta las faldas del Tibidabo:

Vista de la basílica desde detrás.

Finalmente, para finalizar la vista desde el Tibidabo:

Barcelona a nuestros pies